jueves, 17 de octubre de 2013

Españoles, la ciencia ha muerto

Vivimos tiempos difíciles. Tiempos en los que encender la televisión, navegar por Internet o leer un periódico no sirven nada más que para llenar tu alma de indignación e impotencia, de preguntarte por qué luchas cada día y para que llevas 20 años estudiando. Tiempos en los una y otra vez gente sin escrúpulos pisotea tus sueños e ilusiones bajo la bandera de la “austeridad necesaria “y amparados en un poder que según ellos y según la ley  tú mismo les has concedido.
Hoy escribo, en honor a una dama que agoniza, una dama que lleva tempo herida de muerte y se desangra sin remedio. Hoy escribo por la ciencia.
La ciencia. La disciplina que desde tiempos inmemoriales ha saciado nuestra curiosidad humana respondiendo a preguntas como ¿quiénes somos?, ¿cómo funcionamos? o ¿cómo podemos avanzar? Hoy estamos de luto porque esta dama verde yace moribunda en los despachos gubernamentales, víctima de un asesinato vil y cobarde.
Desde la llegada de la tenebrosa crisis a las costas de nuestro país, nuestros “representantes” se han empeñado en convencernos de que el progreso no está en cambiar e innovar, sino en salvar a los peces
gordos que nos traicionaros trayendo la crisis a nuestras vidas. Todo esto con palabras bonitas y que nadie entiende. Mintiendo acerca de lo que supondría si estos ricachones cayeran al arrollo.
La realidad es que el único sector que viablemente podría salvarnos de la catástrofe seria la ciencia. El desarrollo de empresas dedicadas a conseguir nuevas energías, médicos, ingenieros, químicos, ambientólogos, biólogos, son formas de crear empleo riqueza y sobretodo prestigio.
Hoy por mucho que le pese a mucha gente la famosa “Marca España” que muchos se empeñan en defender es pobreza, manifestaciones, corrupción y eso si, deporte. Somos los campeones de Europa y del mundo en fútbol, tenemos al mejor tenista del mundo, en el baloncesto también somos los mejores y  me parece perfecto, no me confundáis, yo estoy orgulloso como el que más por estos triunfos deportivos, pero ¿alguien me puede decir que ha ganado España con todo esto?
Mientras ganábamos todos estos triunfos, España se ha colocado a la cola de educación sanidad y ciencia, y todo porque el gobierno ha considerado que potenciar estos sectores no beneficia ni a la sociedad, ni a la economía, ni a la tan preciada “Marca España”.
Pero una pregunta ¿Cuándo dices Alemania, que se te viene a la mente su selección de fútbol o su industria, su ciencia y su economía? ¿Y cuando dices Finlandia te viene a la mente sus deportistas o su sistema educativo envidiable?
Debemos ser realistas, de este agujero si seguimos promoviendo el “pan y circo” lo único que estaremos haciendo es cavar más el agujero, es decir, hacerlo más hondo. Nunca saldremos.
La ciencia puede ser el motor que resucite a este maltrecho país. Tenemos a algunas de las mentes más privilegiadas del mundo, tenemos a la generación más preparada de nuestra historia, simplemente haría falta un giño de confianza. Muchos países darían lo que fuese por tener el capital humano e intelectual que tenemos en España,  buena muestra de ello es que nuestros jóvenes científicos se ven obligados a emigrar a centros de investigación extranjeros para poder seguir avanzando. Eso es una inversión que realizó nuestro país en la educación de estas promesas y que nosotros mismos hemos vendido por un precio nulo. La ciencia puede proporcionar a este país las carencias históricas que hemos tenido siempre.
Por poner un ejemplo, ¿sabíais que se puede hacer funcionar un motor suministrando hidrógeno y oxigeno como combustible (gases fácilmente obtenibles y altamente abundantes como todos sabéis) obteniendo como residuo agua? Imaginad, si se puede hacer funcionar el motor de un coche, también se puede hacer funcionar un generador eléctrico o una industria.
Milagros como este son posibles gracias a la ciencia. Necesitan una inversión de capital importante pero esa inversión es 10 veces menor que la inversión a rescatar bancos y mil veces más productiva y provechosa.
Y el ejemplo energético es simplemente la punta del iceberg, la ciencia nos ha demostrado que pude ayudarnos en muchísimos campos tanto médicos, como de investigación, como en nuestra vida diaria, solo hace falta un capital humano que estamos malgastando.
Una muestra de ello es la hazaña realizada por nuestro gran Santiago Ramón y Cajal, (que teniendo en cuenta que hoy se conmemora el día de su fallecimiento veo oportuno recordarle). Él, disponiendo de equipos técnicos mucho más humildes y limitados que los que poseían los científicos americanos de su época logro explicar el funcionamiento de nuestro sistema nervioso, hecho que le hizo merecedor del Premio Novel.
Como en aquella ocasión, hoy solo hace falta que se use nuestro gran capital humano en beneficio de nuestro país y de nuestra sociedad, pero parece que  esta conclusión a la que he llegado yo es demasiado difícil de entender para nuestros gobernantes, que una y otra vez apuñalan a nuestra ciencia amparándose en la “lógica” y la “razón”.
Por ello hoy os pido un minuto de silencia por nuestra amada y subestimada ciencia, por todas aquellas personas que han sido, son y serán pisoteadas por creer en ella.

Buenas noches y Buena suerte.

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